5/5/11

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Para cuando vuelvas, Gonzalo,
mandaré las encomiendas pendientes,
Julieta recibirá la suya
también Luisina,
comerán los chocolates que les mandé,
pondrán en una estantería los adornos handmade.
Llegará camuzzi, expensas, el módem, estarán pagos.
Iré al gimnasio con convicción.
Mis alumnos de 2ª sabrán que mi nombre no es Agustina.
A cuestas de lo de sentimiento en la poesía no,
lo que dice Marcela de sentimiento en la poesía no,
lloraré un par de veces frente al botiquín
cual Grecia Colmenares en Topacio.

2 comentarios:

pablo gúngolo dijo...

lindo, lindo, Grecia Colmenares... en este poema para mí, rescatada del olvido, por lo menos por un tiempo.

Mariela Palmeri dijo...

cuantas vanas estrategias para extrañar menos...
pero se leen tan lindas!
y vos te leés linda y enamorada :)
beso inmenso