· Cómo Gonzalo no consigue un trabajo acorde a su talento.
· Cómo alguien no corre a pedírselo.
· Cómo le llamo a ese sentimiento que me acurrucó, cuando vi mis viejas botas marrones en el placard de mi pieza / de mi casa / de mi pueblo, con una enmienda nueva y ritual, de manos de mi madre.
Un botoncito similar pero no igual, cosido a mano con aguja gruesa y manos baqueanas, buscado con insistencia en mercería pueblerina, a condición de que la vieja y descolorida bota no pierda la entereza para sentirse reemplazada, esa pintusa de bota chata de aladino, poco costosa pero de cuero, en oferta, fiel, simpática nomás por un detalle del doblez y el botoncito que la hace prenda decente para acudir a un trabajo sin sentir en el interior que debés comprarte otra.
· Cómo soñé dos noches consecutivas en que aparecía Enzo Francescoli y mi padre le decía: Enzo, esta es mi hija, y su novio es uruguayo.
· Cómo mi trabajo, mi estudio y el año que viene.
· Cómo una historieta de Dani The O en un cuadro en mi living.
· Cómo deglutir Página 12 + Anagrama.
· Cómo es que la primera agenda en mi vida gira en torno a la colección de Página12 + Anagrama
· Cómo la gata se duerme cuando pongo Blur
· Cómo era el nombre de la alumna de 1ro B que nombré cuando Lucho y Javi de 1ro C se sonrojaron con un rubor hermosamente inocente y virgen.
3 comentarios:
Solo queda un librito de anagrama, son increibles, es la única colección que logrado estar el día. Por otro lado, cuantas cosas se piensa en un día... saludos.
Saludos a vos, Pablo!
me encantó el sueño que te persigue
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