25/9/13

clases

Cuando era chica dibujaba muy bien. Mi madre tuvo intenciones de que me anote en el taller de Lucía, una maestra que daba clases de plástica. Yo tenía 5 años y me acuerdo perfecto el día en que me lo propuso. Fue muy extraño porque era la proposición más feliz que me hubieran hecho, por dentro decía ¡si si si!, pero dije: NO. Tajantemente. Creo que pudo muchísimo mi tendencia a ser una niña ostra. Planeé un montón de veces ese día decirle a mi mamá que mejor sí, pero no me salió, me daba muchísima vergüenza socializar con chicos y chicas de mi edad.
Hoy que me puede más el coraje que el talento me arrepiento totalmente y mientras hago intentos fallidos me acuerdo de ese momento. Me resulta curioso lo que podríamos haber sido.

3 comentarios:

Ana Miravalles dijo...

muy bueno, como siempre.
Un beso

le dijo...

¡hacía mucho que no hacía pan queso pan y te pisaba el pie! hermoso lo que escribiste. quiero agregar, que afortunadamente vos SOS.

Anónimo dijo...

que lindo, bueno hora de sacar la niña de cinco años, nunca es tarde.