Terminé la escuela, entregué notas, cumplí horarios, tomé pruebas, amasé notas para arriba, me pidieron que colabore con las estadísticas, lloré. Entregué diplomas, bailé con los egresados, hice de mozo en la fiesta de egresados. Bailé Badly Drawn Boy en el baño de la sala de profesores. Usé la notebook invisible en el recreo. Planifiqué para el año que viene. Ayudé en la biblioteca. Ordené un libro de una que baila en el programa de Tinelli. El Chipi me dijo vieja puta, lloré. Rosa me dijo gracias por la dulzura y el respeto, lloré. Cumplí todo el horario y les dije chau felices fiestas.
Lucas me quiere acompañar en el último martes dedo del año. Lucas va a hacer dedo para acompañarme en el último martes dedo. Madre me lleva a la ruta en el martes dedo del año.
Camiones, camionetas, autos, jeep, rurales, weekends, camioneta con lancha.
Nadie nos lleva.
Ni a Lucas ni a mí ni al chico que se ha sumado a los dedantes y que un poco me molesta no se pueda alejar unos metros e iniciar petición pulgar solo.
Vuela mucho viento, arena. Lucas dice que no nos llevan, en este orden, por:
*su pelo
*cantidad de dedantes
* facha de mi guardapolvo de hacer dedo.
Intentamos formas diversas de hacer dedo, el porfavor, el te estoy rogando que me lleves, el te re suplico.
Nada.
Frena un colectivo.
Me despierto en Colón al 300. Lucas se leyó la mitad de Los Lanzallamas. Baja del colectivo y me dice que tiene ganas de correr bien fuerte. Sale disparado y me grita que cenemos mañana.
Bueno, llegué. No tengo último martes dedo.
3 comentarios:
Qué lindo Alfonsina! Las cosas mezcladas que tiene el fin de año y ese viaje que casi casi pude hacer con vos.
Por qué no pasé antes por acá? Loco loco el mundo
hermosa foncita, el lloré nos une.
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