8/11/10

calentando motores es decir las rodillas







Se viene recital de poesía futbolera bajo el monumento a Maradona en Bahía Blanca. Uruguayos y Argentinos se unen en una lectura y un picadito en cancha de tierra, la excusa válida es presentar la antología poética Sudáfrica, que no ni no.





Para ir calentando motores he aquí un poema de fútbol que me encontré y me gustó, del poeta chileno SAMUEL ORELLANA *



ALTURAS DE CALAMA

i. Del aire al aire, como una red vacía,
iba Zamorano entre las canchas y la atmósfera, llegando y despidiendo.

ii. En las infinitas claridades de las praderas de Maipú
era una melena en busca de pelota:
Helo allí Helo allí
suspendido en el aire
Iván Luis Zamorano Zamora.

iii. Dando vueltas desde sí mismo hasta dar con las piernas de su madre.

iv. Y dale oh
Y dale oh
se escuchaba en el desierto de Atacama,
en las eternas y fosforescentes camisetas fundidas por el cobre
y arriba brillando el sol.

v. ¿Y quién fue el salvador de ese pueblo condenado?
Su sino fueron las cordilleras de Chile:
Cobresal y Cobreandino en una plegaria que se cruzó con el infinito del desierto
donde los nevados no fueron otra cosa que espinas.

vi. Y así como su frente fue la corona que ciñó de sangre el horizonte,
nuestro héroe cruzó el Atlántico de un puro salto
para cabecear el sol del invasor
a quinientos años del pitazo inicial.

vii. Pero Zamorano volvió a cumplir el sueño de su padre,
a llenar de goles los lagos, las llanuras, las vertientes, las termas y cuánta cosa, no?

viii. Una vez más suspendido sobre el cielo, diluyéndose entre auras,
el eterno cobre de Chile.

ix. De las alturas el Pichichi cayó a lo más genital de lo terrestre
y el desierto negó su melena y repartió sus vestiduras:
Cobreloa 4 Colo-Colo 0
y el pétreo, sulfúrico y recontra infinito desierto de Atacama
le mostró el rojo del cobre: la tarjeta con la sangre
del pueblo de Chile.

x. Sube a nacer conmigo, Zamorano.

Dame la mano desde la profunda
zona de los goleadores expulsados.
No volverás del fondo de las redes.
No volverás del túnel subterráneo.
No volverá tu frente endurecida.
No volverá tu acento castellano.

Sube a nacer conmigo, Iván Bam Bam
Zamorano.



* SAMUEL ORELLANA (Maipú, 1978) Licenciado en Filosofía por la Universidad de Chile, jugó en las inferiores de Cobreloa hasta que abandonó el fútbol, su verdadera pasión, luego de que una fractura lo marginara de las canchas a los dieciséis años. El año 2003 fue becario de la Fundación Neruda por unos pocos meses. Se retiró a sugerencia de compañeros y directores. Los poemas pertenecen al libro inédito, Gol de Oro, que será editado el 2004.











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