8/1/07

a prop de lo anterior


el otro día a partir de este comentario de Pierino en su fotolog, me puse a reflexionar en base a los "textitos" anteriores (y digo textitos porque la palabra poema no me cierra ni me gusta musicalmente, me remite a otras cosas y la palabra poesía no se si nomina a lo que escribo, la elijo antes que poema de todos modos).

Muchas veces me pregunté porque no escribir en prosa lo que quería decir sobre una costurera de pueblo. Esa costurera es mi abuela, una artesana de pueblo, un personaje típico de ahí que se está perdiendo. Y lo quiero decir a nivel palabra es una idea ya poco original, una analogia entre el texto y sus costuras, una urdimbre. No había motivos para no hacerlo en prosa, sumandole que cada vez más me parece que el pueblo es narración y la narración tejido.

Un lenguaje simple, poco económico.

Pero no

Lo escribo en verso

Porque me parece que quiero expresar cuestiones que no son para narrativa

los textitos sobre la costurera termian siendo una excusa, de lo que terminé escribiendo es de la poesía. No rescato a la costurera porque es mi abuela ni porque me gusta coser a mi como ella. Hablo de la costurera por su sutiliza y su minuciocidad, y ante todo por su percepción. Por su método en medio de otros métodos propios del quehacer cotidiano de la gente de pueblo.

A ver, hay cuestiones en los pueblos ·y esto más en su pueblo, Hilario Ascasubi, en donde vive más gente de campo· en la idiosincracia de vida de los pobladores, que, ante todo, tienden a la simpleza, una simpleza que yo elijo en ocasiones y me parece deliciosa y hasta "màs sana", mi abuelo le dice "hacer las cosas a los chacarero", que tiene que ver con la experiencia mas que con la instrucción, pero primero con "fuerza". Yo miro a las mujeres de campo, no a las mujeres de hombre de campo, no las que cumplen el rol de "mujeres de hombre de campo", sino a las que trabajan en el campo y tienden más a lo rústico, lo fuerte, lo efectivo "es campechana" dicen de ellas, y esto es lo bueno, este es el método que vale: fuerza y efectividad, no tanto el proceso productivo. Y otra cuestión que tampoco se puede dejar pasar es la de la ostentación, lo grande. En las sociedades chicas parece creerse que lo mas grande a los sentidos en lo mejor o lo más felíz. El jóven que se recibió antes con el título más largo, el hacendado que tiene una camioneta mas aparatosa (no importa tanto si es nueva o no), la casa con más terreno, la mujer que tiene mas "alhajas", el cartel de entrada al pueblo mas vistoso ·no sé si tiene que ver con las ansias de progreso inmediato, de "hacerse grande"·

No sé si me explico bien, se relaciona con cuestiones de mensura que si ir más lejos la tecnología hace rato viene contradiciendo, un modo de mirar en que lo pequeño, aunque elaborado, es, por lo general, pasado por alto.

Por eso ecribo sobre la costurera de pueblo en verso. Ella hace lo que no se ve ni se valora enla medida justa. Produce como hormiga, y ella, Sarita en particular, se detiene en detalles que son imperceptibles a la vista. Minucionades que nunca me hubiera imaginado como una precillita diminuta en el reves de los hombros de un vestido de mujer con botoncito para la tira del sostén pase por allí dentro y no se vea con cualquier movimiento de los brazos de la dama que lleva puesta la prenda. Y por ese lado va la poesía (agarro la palabra con pincitas, ya lo dije) para mí, por el trabajo pulido, trabajado con todo el cuerpo ·en el textito último la costurera cose con todo el cuerpo, la pedalina, las piernasm los lentes ajustados al tabique, el ruido de la pedalina, la luz de la ventana·.

Cuando digo


adrede

el silencio

escondido bajo la aforza*


no refiero a otra cosa que lo que no se dice pero se omite con toda la intención, se insinúa, tiene que ver con la poesía, no con la efectividad comunicacional del discurso cotidiano de "se dice o no". porque en poesía no puede estar todod claro y enunciado. Esto que no se dice es quizá mas potente que lo que se pronuncia, no es la pollera campana plato, es los días sin siesta de la costurera urdiendo fino, pensando lo que quería decir. La costurera es una trabajadora artista, ahora mismo y en ese lugar es mi poeta preferida. Ella es poesía en medio de la narración, está queriendo decir otra cosa, defiendo a capa y a espada que tiene otro método.

Por eso la elijo y no puedo escribir sobre ella en otra forma que no sea en verso, porque su máquiona Giardini adquirida en casa Boldt, además, me ha pautado los cortes, un tiempo segmentado en medio del tiempo de la siesta que es monótono y silencioso y poco tiene que ver con el

chiquichic

chiquichic

chiquichic

de la pedalina



* las alforzas son como pinzas, como pliegues de tela para entallar una prenda, un doblez en que un segmento del género queda debajo y no se afectará más ni por los lavados, ni por el tiempo, ni por el sol como las partes que sí se ven

2 comentarios:

alfonsina dijo...

si, escribi muy mal, y ademas hay repericiones, pero escribi como lo iba pensando

Mariana dijo...

vas a mis links :)

un beso