7/5/12

Río de reír





Con mi amiga Leti, empezamos un hermoso proyecto de costura. Una especie de mantita, de cobijo, para llevar una torta de un lado a otro, para salir de picnic sin temor a que el manjar se caiga o tener uno que ir pendiente de las dos palmas de la mano hacia arriba, todo el trayecto.
Estuvimos pensando nombres para nuestro emprendimiento. Un nombre que no sea el de ella y el mío unidos por una &. Su nombre tiene como etimología ·Alegría· y a mí me dicen Fon. Yo siento un poco que mi nombre es sonido y que llevo el sonido, el fono en la etimología, ahí, medio escondido.
Río de reír es el sonido de la felicidad para nosotras, la risa particular de cada persona: unas bajitas, otras cacofónicas, otras bajas, otras disimuladas.
Anteayer, luego de una jornada costureril me llegó el mensaje de mi compañera de empresa: "Amiga! va a pasar el tren por tu ventana porque hace un ratito pasó por acá!"
Efectivamente, el picaporte de la cocina empezó a  hacer una vibración constante y al rato se veía a metros de mi ventana un tren cargado de piedras. Pensé: si Leti marcara las tiritas de los portatortas y las tirara arriba de un vagón en su casa, el maquinista podría dármelas en cuestión de minutos, a la pasada.
Así estamos, riendo, y compartiendo algo que nos gusta hacer, tomando un mate amargo entre el ruidito de la máquina de coser y de la locomotora que pasa varias veces al día, llamándonos al silencio para que el pespunte vaya derechito y la charla entre amigas no le cambie el rumbo al hilo, al traqueteo mecánico.

Foto de Leticia Aiello

No hay comentarios: